La inteligencia artificial y la singularidad tecnológica
De manera frecuente el
término “inteligencia artificial” nos evoca imágenes recurrentes sobre distopías
aterradoras donde las sociedades son gobernadas por robots. Sin embargo, de acuerdo a expertos (y no
expertos) la fecha para que la
singularidad tecnológica ocurra será alrededor del año 2040.
¿Qué es la singularidad tecnológica?
La singularidad
tecnológica es una hipótesis relacionada al advenimiento de la inteligencia
artificial en el cual una computadora o robot, será capaz de rediseñarse y
reinventarse de manera iterativa creando
diseños más avanzados y mejorados de sí,
llegando a tal punto en que la capacidad de una superinteligencia creando
otras inteligencias rebasará la inteligencia humana y ésta se verá disminuida en capacidad y
control.
Algunos defensores de la
I.A. insisten que tales preocupaciones son el resultado de un malentendido
semántico, ya que inteligencia artificial no equivale a vida artificial. La inteligencia artificial se refiere a un
equipo que es capaz de producir una respuesta mediante alimentación y análisis de datos.
John Searle, en los años 80, creó un experimento que llamó “The Chinese
Room” en el cual, un individuo que no conocía nada sobre ideogramas chinos fue
recluido en un cuarto lleno de kanjis y fórmulas. Una persona fuera de la habitación de origen chino le enviaba una pregunta escrita en caracteres chinos
y la persona dentro, usando las fórmulas dadas tenía que responder con sus respectivos
símbolos a la pregunta aunque no supiera en lo más mínimo qué significaba la
pregunta o la respuesta. La persona en el exterior recibía la respuesta en un
perfecto chino sin ningún error de sintaxis o semántico. Demostrando que si a
una computadora se le daban las herramientas y se le alimentaban los datos para
crear y comunicarse lo podría hacer.
Sólo se necesitaba basar en fórmulas semánticas, sintácticas y gramaticales.
Por el momento las
computadoras no son más que herramientas que nos ayudan en nuestras actividades
diarias tanto en el campo profesional como en el personal, sin embargo, existen prototipos de computadoras con capacidad de aprendizaje. La noción de
una computadora “en evolución” que
supere o se asemeje al nivel humano es un tanto difícil de aceptar. Para ser
considerado inteligente en el nivel de los seres humanos un “ser” debe ser
capaz de tomar en cuenta la entrada de información “input”, para después
evaluarla y tomar una decisión
apropiada. Una computadora es bastante eficiente para realizarlo, sin embargo, debemos tomar en cuenta la naturaleza de la
entrada. Una computadora puede manejar números y comparar los resultados con
los estándares predefinidos, sin embargo: ¿Qué sucede cuando se introducen factores
tales como las emociones? y ¿Cómo podemos realmente cuantificar la alegría, la ira
o el amor? Ni siquiera entre humanos se puede saber si dos personas sienten el
mismo dolor a pesar de haber sufrido un pinchazo de aguja ambos tendrán
diferentes umbrales de percepción.
En lo personal el avance
tecnológico en el ámbito de las computadoras y
automatización para realizar actividades de precisión con brazos
robóticos o el de tener capacidad de respuesta casi inmediata en
habilidades numéricas, o la capacidad de
traducir idiomas naturales en segundos
lo veo esencialmente más en beneficio de la humanidad que en su detrimento,
quizá cuando alcancemos la singularidad tecnológica tendremos que tomar en
cuenta quién está detrás de la programación.
¿Por qué elegí este tema?
De entre todos los que había me
pareció el más interesante.
¿De dónde partiste para empezar a
escribir?
Bueno, después de analizar la lectura
que se nos dio, comencé a investigar. Tenía la duda de por qué la inteligencia
artificial terminaba haciendo a los humanos artífices de su superioridad. Ahora
sé que existe el término de singularidad y que la ley de Murphy se ha aplicado
a la ciencia y si no se prevén bien las situaciones puede todo terminar de una
manera catastrófica. Aunque me da un poco de alivio saber que faltan muchos
años para que una inteligencia artificial per
se pueda asemejarse a un ser humano
y tenga la capacidad de re-dirigirse.